La celebración del Día del Padre se generalizó en España en los años 50, cuando en los colegios se comenzaron a organizar actividades para conmemorar la figura paterna.
En la Antigua Roma, el “Pater Familiae” era la base del ordenamiento social y jurídico. En él recaía la “Patria Potestas” y dirigía vidas y haciendas de todos los miembros de la familia. También era el principal responsable de los numerosos rituales que se celebraban en el ámbito doméstico, entre los que destacaban el culto a los antepasados y el culto al “hogar” vinculado a los Lares. Estas divinidades protectoras se ubicaban en el “Lararium”, pequeño templete o altar situado en el interior de las casas.
El culto a los Lares tuvo gran implantación en la Península Ibérica, posiblemente porque sus múltiples atribuciones y la libertad en los rituales asociados a su devoción, favorecieron la asimilación de las divinidades indígenas al culto romano.
Hoy el término lar es sinónimo de hogar… ¡Felicidades Pater!
Interesante, cómo siempre